El «Plan de Resiliencia» ante una subida de impuestos, artículo de opinión de Jorge Sáinz de Baranda en Mallorcadiario

 

Por Jorge Sáinz de Baranda

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No sé si han tenido el placer de leer el «Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia» elaborado por la Administración Española y que se ha remitido ahora a la Comisión Europea para su evaluación. Yo he tenido la suerte de que un querido compañero me lo ha facilitado para que su lectura me acompañe en mis veladas -o más bien «desveladas»- y ahora me acuerde de él y no solo de ti. Gracias JAS.

El Plan recoge unas supuestas medidas para lograr la «transformación integral de la economía española», así como las inversiones y reformas a las que se destinarán los 140.000 millones de euros que deberían recibirse procedentes de los fondos Next Generation EU entre 2021 y 2026.

Créanme, como alternativa a la «Dormidina» no tiene precio.

Habiéndome centrado primero -y atascado- en la palabra «resiliencia», luego desvié lógicamente mi interés al supuesto nuevo sistema fiscal que se «diseña», con algunas medidas tributarias.

Lo cierto es que la palabra «resiliencia» se ha puesto de moda, y yo, que soy más de Sabina cuando decía «me libré de los tontos por ciento del cuento del business…», he tenido que buscar su significado para saber que proviene del término latino salio, que significa «saltar», y de resilio,  que es «volver atrás», y que se usa tanto para definir aquellos materiales que tienen la capacidad para recuperar su forma inicial cuando cesa la fuerza que los deforma, como para las personas que, a pesar de sufrir situaciones estresantes, logran saltar y salir de ellas indemnes.

Pues bien, yendo al lío sin Ibiza, les puedo contar que el objetivo principal que recoge el Plan es «acercar los niveles de tributación de España a la media de los países de nuestro entorno, garantizando así la sostenibilidad a medio plazo del Estado del Bienestar», que es lo mismo que decir groseramente que vamos a subir los impuestos ya que nuestra presión fiscal es menor que la de Europa.

Atención, pregunta ¿La presión fiscal en España es menor que en el resto de Europa? Alguno dirá, con esa candidez que nos caracteriza, «vaya, ni lo había notado!»… Pues sí, señor/a, sí, eso es lo que tiene la globalización.

La presión fiscal, que es el cociente de la suma de impuestos y contribuciones sociales con respecto al PIB, en Europa se sitúa en torno al 42% de media -con países como Francia, Dinamarca, o Bélgica, con ratios superiores al 46%-, mientras que en España está por debajo de la media europea, con el 35%, con lo que, aparentemente, la afirmación es cierta.

El problema es que decirlo así es torticero y tendencioso, por no decir algo peor, ya que, en primer lugar, lo que no se dice es que a la hora de calcular nuestra presión fiscal no se diferencia entre la población activa y la población en situación de desempleo, de forma que, «Ay amigo» que decía el mexicano Vicente Fernández en su canción, nuestro país tiene una tasa de paro del 16% cuando la media en Europa es del 7%. Si aplicáramos realmente la presión fiscal solo sobre la población ocupada veríamos que, sorpresa, estamos igual o por encima de Europa.

En segundo lugar, tampoco se tiene en cuenta el nivel de renta de la población en nuestro país, que está quince puntos porcentuales por debajo del promedio de la zona euro -y con más diferencia con países como los citados con mayor presión fiscal-, de forma que, para ser correcto, el indicador de presión fiscal debería calcularse o ponderarse en atención a un mismo nivel de renta, y así hablar de esfuerzo fiscal y no de presión fiscal, en cuyo caso volvemos al “top ten”.

Por tanto, tengo serias dudas de que sea posible aumentar más la presión fiscal en nuestro país en esta situación y, más que serias, de que si se hiciera se lograra una mayor recaudación. Les vuelvo a recomendar a los ideólogos de este precioso «cuento sin final feliz» que escuchen a JAS y lean a Laffer -no, no es una vacuna- y su curva, que de todo se aprende.

De las «descacharrantes» medidas tributarias que contiene el plan, mejor se las reservo para otro artículo, que en éste ya van servidos de despropósitos.

Lo único que puedo recomendarles es que recuerden el significado de la palabra «resiliencia» y que pensemos en un plan alternativo ante estas incesantes subidas de impuestos, a fin de que podamos recuperar nuestras hechuras cuando cese esta presión fiscal que nos deforma. Amén.

 

 

 


Artículo original publicado en el diario digital mallorcadiario.com